Tengo el recuerdo tan claro... el 85 yo tenía 9 años, y a pesar de saber lo que pasaba en nuestro país, la dictadura, las desapariciones, el clandestinaje, los apagones... todo era medio juego, medio real... no mencionar a los/as tíos/as que se quedaban en el depto uno o dos días y luego se marchaban... no mirar el maldito auto que porfiadamente se estacionaba en Rosa con Bulnes todas las mañanas puntualmente a las 7 am... callar...
Pero esa noche, cuando llamaron para informar que habían encontrado a Manuel, muerto y degollado, lentamente guardé uno a uno los peluches con los que jugaba a la escuela, y asumí que ya no era un juego, que las historias escuchadas no sucedían en el limbo, que la realidad era fuerte y egoista, que los hombres del auto porfiado no eran estáticos, que Manuel no iba a volver a aparecer en nuestro depto, que esa mirada acogedora y revolucionaría que representó mi primer enamoramiento seguiría a nuestro lado...
Es cierto... hace 21 años que se nos fue la infancia y nos volvimos adultos/as de golpe y porrazo.
Escrito por Natalia Flores González el 20 de marzo de 2006.
Como comentario en http://blog.canal.cl/2006/03/con-memorando-2.html
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